Las reglas para estar listo el día anterior a una entrevista laboral

¿Conoces a alguien que haya llegado a su primera entrevista laboral tan bien preparado, tan relajado y tan convincente que ha logrado el empleo por el que postulaba? ¿No? ¿Estás seguro? Fíjate bien, porque creo que esa persona eres tú, o más bien serás tú en cuanto hayas leído nuestras cinco reglas de oro y nuestra lista de recomendaciones esenciales para estar más que listo el día anterior a una entrevista laboral.

Regla de oro n° 1: conócete bien y conoce al dedillo tu historial profesional
La parte esencial de la entrevista consiste en un examen crítico por parte del entrevistador, de tus habilidades, tus cualidades y tus experiencias. Por lo tanto, es indispensable que tengas un hilo conductor para poder desarrollar tu argumentación. Déjate aconsejar por tus amistades y colegas que te ayudarán a tener una visión objetiva de ti mismo. «Es fundamental hacer simulaciones –explica un experto en recursos humanos– así que lo mejor es entrenarse con un amigo o solo, delante de un espejo, intentando lo más que puedas ponerte en situación». Si se trata de tu primer empleo, elabora una argumentación en torno a tus prácticas, las asociaciones de las que formas parte o cualquier tipo de ocupación ya sea de tipo profesional o altruista.

Regla de oro n° 2: hazte un proyecto de carrera y apréndete de memoria el anuncio para el cual estás postulando
Es imprescindible que llegues a la entrevista con una visión clara de las razones por las que el puesto te interesa. Te parece lógico, ¿verdad? Sin embargo, no lo es tanto, ya que eso implica que debes haber elaborado un proyecto profesional, saber lo que quieres de cara al futuro y explicitar tus ambiciones cuando el entrevistador te haga preguntas. Entre dos candidatos que posean las mismas competencias, aquél que sepa lo que quiere y hacia dónde se dirige se llevará el pastel.
«Asimismo, tienes que saberte de memoria el texto del anuncio para que tu interlocutor vea que tus argumentos son coherentes con los de la oferta», precisa nuestro consultor. «Un paralelismo evidente entre el anuncio y tu candidatura resulta esencial».

Regla de oro n° 3: no olvides ningún aspecto material
Ahora que psicológicamente ya estás listo, debes preparar el aspecto material. Así pues, debes saber cómo llegar al lugar de la cita para no llegar tarde (sobra decir la importancia de la puntualidad en estos casos), y llevar contigo una carta de presentación y dos currículos: uno para ti y el otro para el empleador. Si se trata de tu primer empleo, prepara también los diplomas, certificados y cartas de recomendación de los que dispongas. Por último, no te olvides de llevar contigo una agenda en la que puedas anotar, llegado el caso, tu próxima cita…

Regla de oro n° 4: infórmate bien sobre la persona de la empresa que te va a entrevistar
«Hay que conocer bien la empresa antes de presentarte ante tu entrevistador, ya que cuanto más sepas sobre ambos, más tranquilo te sentirás y más convincente resultarás, además de demostrar sin lugar a dudas tu interés por el puesto». Infórmate pues sobre la empresa y también sobre su sector de actividad y su organización. Para poder enterarte de la función exacta de la persona que va a recibirte, no dudes en llamar a la empresa y preguntar. Si el puesto ha llegado a tus oídos por mediación de alguien de tu red, que dicho contacto te informe sobre la persona que te va a entrevistar.

Regla de oro n° 5: prepara las preguntas que vas a hacer
Si respetas a la letra la regla de oro n°1, no tendrás ningún problema para hacer frente a todas las preguntas de tu entrevistador, incluso a las más inesperadas como «¿cuáles son sus principales defectos?» o bien «¿por qué le interesa este puesto?». Sin embargo, es asimismo imprescindible que tengas preparadas las preguntas que tú harás al final de la entrevista: ¿cómo voy a trabajar, en qué tipo de organización, con qué equipos?, ¿cuál es el grado de autonomía del puesto?, ¿cuáles son las perspectivas de evolución?, etc. Estas preguntas demuestran tu interés por la empresa. También puedes preguntar por las ventajas sociales, siempre y cuando hayas terminado con las preguntas anteriormente mencionadas.

Truco a tener en cuenta: incluso si en el transcurso de la entrevista te das cuenta de que no estás hecho para el trabajo en cuestión, no demuestres tu apatía y mantén tu entusiasmo hasta el final, ya que si causas buena impresión, puede que el empleador te recomiende más tarde para otros puestos.

Lista de recomendaciones antes de la entrevista

  • Relájate el día anterior haciendo deporte o una actividad que te guste
  • Plantéate una noche reparadora, sin por ello presionarte
  • Vístete para estar cómodo y sobre todo respetando los códigos del mundo empresarial
  • Prepárate una argumentación y tus preguntas
  • Comprueba que tienes todo el material necesario (currículo, agenda, diplomas, etc.)
  • Sé puntual y si puedes, para no estresarte, es mejor que tengas visualizado con antelación el lugar de la entrevista

Para terminar, lo más importante es llegar a la entrevista con un estado de ánimo optimista. Recuerda que no tienes nada que perder y mucho que ganar. ¡Y que toda entrevista, aún la más desastrosa, te puede servir como entrenamiento para la próxima!